Pues es la pura verdad oye, te aseguro que desde hace tiempo me había propuesto no escribir ni una línea sobre política ni elecciones, en resumen: mi propósito abarcaba incluso la ignorancia voluntaria sobre programas y candidatos, sobre siglas y tertulias radiofónicas, sobre todo aquello que tuviera que ver directa o indirectamente con la cita electoral del 22 de mayo del 2011. Vano intento.

La intención como digo, era buena, y a ella hay que sumar las advertencias de mi amiga Cristina que, de vuelta a casa tras un periplo por Tierra Santa, parece incluso más prudente que a su partida, cosa harto difícil, pero por lo que se ve posible. Los prudentes siempre se superan, son como los imprudentes, o sea como yo, que cuando los demás creen que ya no la podemos decir más gorda vamos y nos arrancamos por soleares. Bueno, pues los prudentes lo mismo pero a la inversa, cada vez más formalitos ellos, ¡que monos!

Bueno, viene todo esto a cuento de mi incapacidad para impermeabilizarme a las puyas entre partidos que vamos viviendo en el día a día de esta campaña electoral en la que el sentido común se ha ido de rositas y la imbecilidad más descarada parece haberse instalado entre la tropa elegible. Del convento al curro tengo una hora de ida y otra de vuelta, total diez horas a la semana conduciendo que, con la radio puesta, dan mucho de sí. Te cuento.

Hoy, sin ir más lejos, he escuchado a Cayo Lara afirmar que hay que quitar todas las subvenciones a la Iglesia Católica porque si así se hace todos nos podremos comprar una tele de plasma más grande que la que ya nos compramos con lo del cheque bebé. Bueno no ha dicho eso pero casi. Total, que me ha gustado. Sí sí, no pongas esa cara, digo y repito que me ha gustado porque el partido Comunista es y ha sido anticlerical de toda la vida, o sea que lo de Cayo Lara es pura coherencia; no lo voy a votar, claro está, pero oye, que el tío lo tiene claro y con dos coj…. ha dicho lo que se esperaba que dijera y punto. Venga ¡arriba parias de la tierra que el vaticano ya tiembla con esta soberbia propuesta! Y por cierto, que los comedores sociales los gestione también el camarada Lara que seguro que lo hace mejor que los de Cáritas.

La cosa es que a estas alturas he de reconocer que me he armado un lío de los gordos. Al principio de la precampaña o sea, hace como un año y medio, los partidos mayoritarios advertían que estas elecciones son locales y autonómicas, y con voz de pinocho cuando miente dijeron por activa pasiva y perifrástica que no había que confundir estos comicios con los generales que no tocan hasta el 2012. Vale señores políticos ¿podemos reírnos ya? ¡Que salero tienen sus señorías!

A la postre, digan lo que digan esos resalaos, toda la parafernalia está girando sobre el eje de si ganará el PP o el PSOE, y en ambos casos los discursos, las actitudes y la implicación de los líderes está orientada a una brega absolutamente de elecciones generales que parecen toparse con el trámite molesto de unas urnas de segunda división.

Todo sería asumible si al enfocar la mirada en lo próximo nos percatáramos de una mayor calidad discursiva, un mayor nivel ideológico, un mejor análisis social… de eso nada monada, cuando uno mira de cerca a los líderes de andar por casa la decepción es aún mayor: Que es de ti desconsolado? que es de ti rey de Granada?…

Bueno venga, vamos a dejar un par de cosillas claras sobre lo que pienso y así igual nos divertimos un poco que está todo muy ceniciento.

Señores políticos:

Dejen de insultarse. En los institutos donde trabajo el insulto es cotidiano, reiterativo, constante y muy grosero… ¿seria mucho pedir que no actuaran ustedes como los adolescentes de primero de la ESO?

Sean un referente. Cuando se encuentran ustedes en el hemiciclo y se abuchean y patalean como posesos me están dejando sin argumentos para pedir a mis alumnos que tengan educación en el aula. Así no son ustedes un modelo sino todo lo contrario.

Sírvannos. Cada caso de corrupción pone de manifiesto que ustedes están muy mal de entendederas, se han tomado el ejercicio de lo público como un chollo con el que llenarse los bolsillos a costa de los ciudadanos. ¿De verdad creen que puedo amonestar al alumno que roba el estuche de pinturas a su compañero con ustedes haciendo eso tan feo?

Trabajen por el bien común. Cuando un alumno solo se mira el ombligo y aislándose prescinde de todo lo que le rodea. Cuando el mundo empieza y acaba en su grupillo le solemos ofrecer, llegado el caso, la ayuda de un psicólogo… ¿quieren la dirección del de mi instituto?

Por favor no griten. En las aulas el volumen es tremendo, tanto que impide el ejercicio de la docencia con normalidad. ¿Serian ustedes tan amables de servir en eso de ejemplo? ¿Tendrían la amabilidad de respetar de una vez el turno de palabra y dejar de chillar como críos maleducados?

Estudien un poco. Los problemas de los ciudadanos casi nunca coinciden con las cosas que ustedes proponen como ideas en sus programas. ¿Seria mucho pedir que se aplicaran ustedes en el estudio de la realidad y dejaran de lado sus ideologías? En los institutos enseñamos que el estudio nos hace mejores y más libres.

Por favor trabajen. Cuando un alumno llega tarde repetidamente se le amonesta y se llama a sus padres o tutores. Cuando vemos el hemiciclo vacío y al orador perorando a las ánimas nos dan ganas de llamar a casa de los ausentes y ponerles un parte.

Tengan la amabilidad de no mentir. En educación primaria los niños niegan incluso lo evidente, en la secundaria siguen igual… ¿será porque siguen su público ejemplo? No me obliguen a pensar que tienen ustedes un déficit de madurez.

Los pensamientos distintos se complementan. Eso por lo menos es lo que aparece en los libros. ¿Sería posible que ustedes escucharan alguna vez lo que dice su oponente sin enfadarse con él? Y ya llegado el caso ¿Podrían alguna vez reconocer que el otro tiene la razón?

Usen los micrófonos y cuiden el tono. En los pasillos y en los recreos los alumnos gritan que se las pelan lo cual resulta tremendamente molesto. ¿Pueden explicarme porque usan ustedes ese tono tan vocinglero en los mítines? ¿Acaso lo comparan ustedes a un recreo? Nosotros intentamos educar también el volumen y las formas ¿y ustedes?

Crean ustedes en la progresión de la historia. El tiempo pasa muy deprisa y las palabras como: compañero, esquirol, patrono, lucha de clases… casi no se usan en la vida real. ¿Por qué siguen usando ustedes términos y formas del siglo XIX?

Ofrezcan seguridad. En el colegio y en la vida cuando uno está muy nervioso habla con voz de pito, crispado y muy deprisa. Es justo lo que percibo de ustedes. Mucho antes que entender sus propuestas colijo que padecen ustedes de nervios, crispación e inseguridad.

Por último y con todo respeto, tengan la bondad de dejarme en paz. Hace años que en los colegios no usamos los verbos en imperativo, solemos pedir las cosas por favor, y aunque el alumno responda mal el imperativo resulta hiriente. Ruego tengan ustedes la amabilidad de dejar de usar el imperativo “vota” y dejen además de tutearme, me reservo el derecho a votar, y en cualquier caso votaré al primero que tenga la humildad suficiente como para pedirme el voto por favor y si es posible me trate de usted.

Nota: El título Primperán hace referencia a un jarabe para calmar el vómito, visto lo visto me pido una botella de a litro… dudo que me baste.