45- Lo que manda la Iglesia
Siete de enero, sábado, con las mieles de los regalos y la comida familiar todavía en los labios me llaman desde un número no registrado en mi agenda telefónica. Una voz apesadumbrada me informa: Su madre ha caído por la escalera, soy conductor de ambulancia y… bueno, yo creo que tiene fracturado el fémur, le [...]